Kazuki vive como contratista para organizaciones criminales con su mejor amiga Rei Suwa, una asesina a sueldo profesional. Sus vidas no podrían ser más diferentes: Mientras que a Kazuki le gusta pasar el tiempo jugando y con mujeres guapas, Rei se muestra más como un hombre de palabras reflexivas con debilidad por los videojuegos.
Un día, sin embargo, se convierten inesperadamente en niñeras de Miri, una niña de cuatro años, hija de un famoso capo de la mafia. Este trabajo no se parece a ningún otro y pone patas arriba la vida de los dos criminales.